Ecuador vive una ola de violencia luego de que el nuevo presidente, Daniel Noboa, impulsó cambios a la ley que perjudican a los traficantes y microtraficantes. En respuesta, los narcotraficantes han marcado al país en las últimas semanas con episodios de terrorismo. El 9 de enero, un grupo de hombres armados con el rostro oculto invadió los estudios del canal estatal TC Televisión, en la ciudad de Guayaquil, Ecuador. Un día después, la Universidad de Guayaquil fue invadida por un nuevo grupo de delincuentes armados.

En respuesta, el presidente Daniel Noboa lanzó una ofensiva militar contra las pandillas y declaró el estado de emergencia en el país. Las principales ciudades que sufrieron los últimos ataques, como Quito y Guayaquil, están rodeadas de soldados en las calles.

Fugas de prisión se han registrado en las últimas semanas, seis reclusos se fugaron el pasado viernes (12), de una cárcel de Guayaquil. El complejo penitenciario está dominado por la facción de Los Choneros, y también residía en él el líder del grupo, Fito, condenado a 34 años de prisión por diversos delitos, entre ellos tráfico de drogas y asesinato. Fito aún no ha sido encontrado, pero las pistas indican que puede estar en el país vecino, Colombia.

La crisis pone de relieve los desafíos que enfrenta Noboa. Asumió el poder en noviembre después de garantizar, durante la campaña electoral, que frenaría la violencia, ya que los grupos narcotraficantes transportan cada vez más cocaína a través de Ecuador y la situación está cada vez más fuera de control.

Argentina, Estados Unidos y Bolivia ofrecieron apoyo a Ecuador. La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, afirmó que el país está dispuesto a enviar fuerzas de seguridad para ayudar a Ecuador en la guerra contra las facciones criminales: “Estamos dispuestos a ayudarlos, a enviar fuerzas de seguridad si es necesario, porque ese es un tema continental. Lo que pasa en Ecuador, Colombia, Bolivia, influye en la Argentina. Tenemos que protegernos de esto como país y como continente”, dijo Bullrich al canal argentino TN.