Uruguay, liderado por Luis Lacalle Pou, vive un momento de transformación luego de su elección como presidente, que marcó el fin de 15 años de gobiernos de izquierda. Con ambiciosos planes de revitalización, el país busca atraer inmigrantes calificados e inversiones para reactivar su economía en medio de los desafíos que plantea la pandemia de COVID-19 y la gigantesca crisis económica de Argentina, su vecino.
En los últimos tres años, Uruguay ha sido testigo de una importante afluencia de gente rica de Argentina. La principal motivación detrás de esta migración masiva es la menor carga fiscal en Uruguay en comparación con el país vecino. Además, la incertidumbre política en Argentina, especialmente relacionada con las elecciones presidenciales, ha alentado a muchos argentinos de altos ingresos a buscar refugio en Uruguay.
El país ofrece considerables beneficios fiscales a los residentes calificados, eximiendo de impuestos todos los ingresos extranjeros por hasta 11 años. Después de este período, los ingresos por intereses y dividendos se gravan a una tasa fija del 12%. Además, no existen impuestos sobre las ganancias de capital ni impuestos sobre el patrimonio sobre los activos extranjeros, lo que convierte a Uruguay en un destino atractivo para inversores e individuos de alto patrimonio neto.
Personalidades destacadas, como Marcos Galperín, fundador de la plataforma de comercio electrónico Mercado Livre (Meli), y Alejandro Bulgheroni, multimillonario del sector petrolero, son ejemplos emblemáticos de este movimiento migratorio.