Cristo Redentor fue inaugurado el 12 de octubre de 1931, es una de las siete maravillas del mundo y está ubicado en Río de Janeiro.
Todo comenzó en 1859, cuando el sacerdote lazarista francés Pierre-Marie Boss, del Colegio Iglesia de la Inmaculada Concepción, tuvo el sueño de construir un monumento religioso en la cima del Monte Corcovado, que tiene 710 metros de altura. El sacerdote registró esta idea en el libro “Imitación de Cristo”, de 1903.
La propuesta del sacerdote comenzó a materializarse en los preparativos del centenario de la Independencia de Brasil, celebrado en 1922. Un año antes, estalló una disputa entre los proyectos del monumento. El ganador fue Heitor da Silva Costa. Al mismo tiempo, más de 22 mil mujeres firmaron una petición para pedir autorización al entonces presidente de Brasil, Epitácio Pessoa, para construir el monumento.
La idea era que el Cristo se construyera únicamente con donaciones de brasileños. Con este fin, en 1923, la Arquidiócesis de Río de Janeiro lanzó la Semana de los Monumentos, en la que se recaudaron mil contos de réis. Años más tarde se realizaron nuevas colecciones. En total, la construcción costó 2.500 contos de reis, lo que equivale a R$ 9,5 millones.
La gran construccione
Los creadores del Cristo Redentor son el diseñador Heitor da Silva Costa, el pintor Carlos Oswald y el escultor Maximiliam Paul Landowsky, quien esculpió la cabeza y las manos del monumento.
El Cristo Redentor se encuentra con los brazos abiertos, formando una cruz, y tiene 38 metros de altura, lo que equivale a un edificio de 13 pisos. De este total, 30 metros son del monumento y ocho del pedestal. Cada brazo tiene una superficie de 88 metros cuadrados y el pie mide 1,35 metros. Sólo la cabeza pesa 30 toneladas.
Hoy es uno de los atractivos turísticos más visitados de América Latina, miles de fieles hacen promesas al subir al Cristo Redentor.